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074 – Las Luchas Internas Con y Contra el Tiempo

    Historia Roja

     

    Te saluda Natalita, y por ahí anda mi duende Augusto, que no se si lo oyes todo emocionado. Él es el más fiel compañero que existe, ¿y sabes qué? ¡A ti también te acompaña uno, aunque todavía no lo conozcas! Soy una niña eterna que ayuda a otros a recordar La Gran Ciencia del Balance, contando historias de nuestras aventuras por La Princesa. Junto con Augusto, y muchos otros guías, imparto sesiones de sanación cuántica a todos esos niños eternos que están dispuestos a sanar, reprogramando sus creencias, pero de todo eso te cuento en las notas del programa. Mientras tanto, te dejo con una de las versiones de mi misma, que cuentan historias de colores, según quien decida contar la historia del día.

    Bitácora de aventuras, edición Las Luchas Internas Con y Contra el Tiempo:

    Historia Roja

          Por razones que todavía no entiendo del todo, se me hace dificil ver televisión, y cuando lo hago, siempre veo lo mismo: “The Big Bang Theory”, y de vez en cuando “Sex and the City”. “Sex and the City” en particular me gusta verlo porque me da mucha gracia que me guste tanto, por eso de mi pelea con “ser mujer” de toda la vida que les contaba el otro dia. Nunca olvide un episodio en particular, en el que una de las protagonistas iba a tomar un café con su novio y la exesposa de su novio, pero el nunca llego, y terminaron solo ellas dos. Me da gracia la escena en general, pero hubo una frase que dijo la exesposa que me dio tan y tan duro, que me prometí a mi misma que nunca me iba a permitir caer en esa conducta: "as soon as. If I hear this phrase one more time…”

           Debo admitir que la mitad de mi tiempo lo invierto en una lucha entre lo que debo hacer y lo que realmente quiero hacer.  En ocasiones, estoy hiper productiva y tan hyper que no hay quien me soporte, en otras, lo que quiero es leer sobre los mismos temas que ya conozco, como para repasar (o quizas para estar en mi zona cómoda).  Otros días solo quiero apagar el cerebro, eso me pasa mucho últimamente.  Me he dado cuenta de que entro en unas sobre cargas masivas, y de vez en cuando simplemente me apago.  Cuando estaba sola todo el tiempo no me enteraba, pero la vida ha cambiado desde que soy una novia y madrastra, y me he dado cuenta de algunas de mis conductas de sobrecarga a través de los ojitos de Miguelo (a veces me pregunto de donde saca la paciencia y el amor, pero bien, solo me queda agradecerle, el MVP).

           Algo con lo que he hecho las paces recientemente, es con que soy la única causa de mis sobrecargas, no hay ni una sola onza de culpa en más nada ni en más nadie.  Mi problema es que cuando se me ocurre algo, me entra la manía y quiero verlo hecho YA.  Por eso fui obsesiva con los estudios y hoy en día es con el trabajo y todo lo que ahora empiezo.  Cuando era solo el trabajo todo estaba bien, pero en años recientes que hemos añadido el factor vida después de este trabajo, en preparación para el próximo trabajo como agricultora y contadora de historias, me he visto caer en desgastes masivos.  Verme en enfermar casi a diario, y estar cansada todo el tiempo me puso a pensar que es momento de bajarle dos a ese tema de creerme super man si es que en algún momento de la vida voy a querer dedicarme realmente a la finca, al bambú y a contar historias. Así que en esta semana, como he intentado en tantas otras ocasiones, decidí retomar mi vida de retiro, para poder enfocarme en lo que viene: La Princesa, y todo lo que viene atada a ella. 

           Con esa decisión tomada, y un poco sin saber como decirle a las partes pertinentes que retomo mi retiro probablemente en el peor momento en el que podría haber decidido retomarlo, me he enfocado en otra necesidad más inmediata: tener un buen cuerpo para poder hacer buen uso de ese retiro. Mirándome los ojitos de mapache, y el hecho de que llevo años pasando de una enfermedad a otra, me di cuenta de que lo más importante para mi en este momento, es reconocer esa necesidad de apagar después de una sobrecarga, y acomodar el tiempo de apagar como parte de las actividades diarias y semanales. 

           Más fácil dicho que hecho, porque apenas en años recientes es que he podido hacer paz con el “no hacer nada”, y dedicar una tarde y hasta un dia entero al puro descanso y a leer sobre cosas que se me ocurren.  Solía sentir que “perdía” el tiempo, pero la verdad es que me he dado cuenta de que son conocimientos que me han servido en cada etapa, y que al salir de uno de esos descansos post sobrecargas, salgo el doble de productiva, y las tareas que quizás me hubieran tomado dias, me terminan tomando apenas unas horas.  

           Quizás, el tiempo de ocio no es tan malo nah’, si va bien encaminado, y tiene el propósito de desconectar para conectar con lo que de verdad queremos, adentro. Y si no es así, pues al menos me ha salido bien a mi, porque todo lo que he aprendido de siembra, bambú y cocina lo aprendí en esos momentos en los que pensaba y me reprochaba que no hacía nada.  El otro dia, me abrume con la lista de tareas y, en contra de mi naturaleza, cerré la lista, abrí el tablero de “parchís” y me puse a jugar con Ananda y Miguelo. Una hora después, se me ocurrió una manera de simplificar la mitad de las cosas que tenía en la lista de tareas.

           De una manera u otra, nunca apagamos, que es lo importante, siempre aprendemos algo, hasta en las pausas.  El tiempo no se pierde, se invierte, esta ahí, y toda decisión sobre cómo invertirlo es la adecuada aunque quizás en el momento no lo podamos ver. 

     

    28 de junio - 20 de julio de 2018

           Esto lo escribí hace 2 años, pero sigue siendo igual de válido, quizás hasta más, porque aunque me rejoda aceptarlo, me hizo verme dentro de mi antiguo círculo vicioso del “as soon as”. Las buenas noticias son que una vez me vi ahí adentro, me tire una soguita y me puse a escalar para salir. 

     

    Y tú, ¿luchas contra el tiempo o vas con él?  ¿Me cuentas? 

    Dentro de dos semanas te cuento otra historia, mientras tanto, puedes conectar conmigo la próxima semana en Sanando con tu Duende, un espacio para la sanación cuántica. Un podcast en el que te cuento lo que me enseña mi duende Augusto a través de nuestras sesiones de sanación. Si me quieres ver antes, te espero el miércoles a las 12 PM hora de Puerto Rico, a través de nuestro canal de YouTube y en Instagram, en una sesión en vivo en la que podrás hacerle tus preguntas a Augusto, y de paso ir aprendiendo a conectar con tu duende. Sí, tienes un duende. Te recuerdo que junto con Augusto, y muchos otros guías, imparto sesiones de sanación cuántica a todos esos niños eternos que están dispuestos a sanar, reprogramando sus creencias. En las notas del programa te dejo todos los enlaces, para que puedas reservar tu sesión, y visitarnos en nuestros otros espacios. 

     

    https://linktr.ee/natalita_

     

    Nos veremos otro dia que no sea hoy. ¡A dormir!